… ¿temes porque te descubres limitado y con harta frecuencia débil e incapaz?… sin embargo, los límites juegan a tu favor… y tu debilidad es fortaleza cuando sabes abandonarte… y tu incapacidad es oportunidad cuando aprendes a confiar… en efecto, con tu propósito estás más allá… pareciera, tantas veces, que callan voces que aguardabas, o que un vacío incomprensible te abraza, en un silencio que no alcanzas nunca a imaginar… sin embargo, allí donde nada se manifiesta ahora, muy pronto resplandecerá todo… si aguardas con paciencia y con confianza, con verdadero abandono, descubrirás o redescubrirás los mayores secretos… la luz no es avara: brilla «sin por-qué», no tiene pretensiones ni fantasías… confía pues aunque no distingas lo que aguardabas… no tienes en hacer nada, tan solo deja que la gratuidad te llame y le dé sentido a tu existencia con su presencia… la #rosasinporqué abre cada mañana su corazón y no busca fuera lo que por la gratuidad tiene dentro… ¿escuchas la voz que te llama a más?, ¿eres capaz de dejar de una vez por todas lo ya dejado?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 4,18-22)…