… superando ciertos límites descubres un horizonte más amplio y más profundo que se te ocultaba ayer… parece que las dimensiones son, en realidad, demasiado pequeñas, demasiado menudas, y las perspectivas se quiebran una y otra vez… tu «hora» es «ahora», simplemente “ya”… no es cuestión de «hacer» sino de «ser ahora»… ¿quién regará las posibilidades, si se seca tu imaginación?, ¿quién anunciará el baile si pierdes las ganas de vivir?, ¿quién tocará la música que nadie compone?… ¿cuándo habrá tiempo para el amor verdadero?, ¿dónde habitará la justicia, si en tu casa campea la fuerza?… ¿cuándo saldrás de la celda?, la puerta está abierta ahora, ¡ya!… es hora de que los soñadores silencien a los falsos profetas, debes volver a danzar, trenzando a tu paso guirnaldas de verdad desnuda… quítate la mordaza, encuentra la forma de gritar la buena noticia a todos, a cada uno… es la hora de vivir agradecido, es tu hora ahora… la #rosasinporqué vive el instante presente en total gratitud porque la gratuidad la sustenta continuamente… ¿te preocupas por “ser” o por “hacer”?, ¿puedes dar las gracias en todo momento?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 7, 1-2. 10. 25-30)…