… sino sabes escuchar y obedecer, no estás aún en condiciones de creer… porque la fe viene de la “audición”… y la “audición” implica recibir con obediencia lo que llega a tus oídos, los oídos no tienen párpados… sorprende la “fe” de quienes “no tienen fe”, como ese centurión pagano del Evangelio de hoy que no se siente “digno” de recibir al Señor en su casa, pero reconoce que una “orden de Jesús a la enfermedad” es suficiente para que esta obedezca y se vaya… “creyentes a su manera” no aceptan la “obediencia de la fe”, pretenden manipular a Dios según sus conveniencias… no preguntes más, no desconfíes, no empañes la fe, ¡arrójate!, simplemente eso… la arrogancia, la prepotencia, la soberbia, te alejan de la “fe” que necesita humildad y obediencia… “lo más alto” es lo “más cercano”, te sorprenderás cuando te des cuenta que es lo “más simple”… rebuscado con mil cuestiones y ritualismos has pretendido apurar los caminos, ¡y no has logrado nada!… abandona tu vida en las manos de Quien te ama, ¡y verás!… la #rosasinporqué vive con humildad la obediencia de la fe, la gratuidad le permite vivir en suave y confiado abandono… ¿al creer te vuelves en un exigente y demandante crónico de la atención de Dios?, ¿sabes escuchar?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 8,16-18)…