… ¿se puede decir que “sí” a un amor para siempre?… ¿es posible dar una respuesta tan totalizante cuando la vida tiene tantos imprevistos y subibajas?… ¿existe un compromiso que lo vincule a uno y uno no se sienta esclavo del mismo cuando pasan los años?… perseverar en la senda comporta adentrarse en su secreto, en la senda que solamente tus pasos trazan… no se trata de otros caminos donde solamente cuenta la «imitación»… se trata, en cambio, de la creación en la libertad de tu “sí”, que es una experiencia siempre nueva y audaz… cuando el corazón se abre y se despeja ese horizonte de la aurora indescriptible, percibes “algo” que no admite mengua alguna… entonces toda la vida, todo lo «andado» en distintas rutas que parecían sin destinos, adquiere su sentido y su admirable unidad y armonía… ¡canto del enamorado que no se detiene ni puede callar ante la amada, ente el amado!… la sorpresa es grande, porque quien vive de verdad en la gratuidad descubre que nada ni nadie podrá detenerlo jamás… la #rosasinporqué vive en fidelidad enamorada, por la gratuidad su “sí” de ayer es el mismo hoy y mañana… ¿vives en fidelidad enamorada?, ¿ahondas todos los días tu “sí” o dejas que simplemente vegete?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 19,3-12)…