¿qué valor tiene mi vida para que alguien dé la suya por la mía?

… ¿qué valor tiene mi vida para que alguien dé la suya por la mía?, ¿qué importancia tiene mi vida para que alguien la cuide, la defienda, la provea, la conduzca, a costa de la suya?, ¿qué necesidad tiene él de llamarme por mi nombre si un numero alcanza?, ¿qué necesidad tengo yo de conocer su voz si leyes y decretos bastan?… recién cuando Tú, Señor, mi buen Pastor, me pastoreaste descubrí el valor y la importancia de mi vida personal y comunitaria, me descubrí amado gratuitamente… mi vida es valiosa porque Tú la amas, mi vida es importante porque Tú me escuchas, me hablas y me miras… me he descubierto en tu Corazón, en tus palabras, en tus miradas… no soy algo, soy alguien… no soy nada, no soy nadie, soy yo, soy nosotros, soy Tu… que esta pandemia me vuelva más pequeño, más frágil, más vulnerable… que se lleve como agua del río mis secretos orgullos, mis desmedidas ambiciones… que me conmuevan, como de niño, las palabras y gestos de ternura, los sucesos y gritos del dolor… ¡cuántos desengaños, traiciones y moretones en el corazón!… vuélveme, como en la infancia, la atención hacia la fantasía, hacia los secretos del universo, hacia las cosas anodinas… y entre risas, juegos y silencios, que pierda sin más el tiempo, y gane, al fin, la vida… la #rosasinporqué se sabe amada, cuidada, defendida provista y conducida por la gratuidad… ¿cómo cuidas la vida de los tuyos amados?, ¿das a vida por los tuyos?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 10,11-18)…