Es posible de que topes, a cada paso

… es posible de que topes, a cada paso, con un número casi infinito de insuficiencias, de errores, de carencias y de faltas de todo tipo… una y otra vez, aún en los ámbitos de las técnicas que parecen darte todo lo que necesitas… éste “tope”, sin embargo, es de primera calidad… en suma, es una enseñanza de primer orden… ¿por qué?… porque lo más urgente es el límite que te enseñe hasta dónde es falible la industria humana y hasta dónde te es conveniente salir a buscar en otra parte, sin resentirte o ni siquiera molestarte por ello… ¿no hay frutos?… remueve la tierra y abónala… y espera… si, ¡espera!… saber esperar con confianza donde “hay posibilidades” requiere de suma paciencia y sabiduría… “… ¡cuánto esperas, Señor, con paciencia la impaciencia con que voy detrás de cosas que no llegan, confiando que al final daré la vuelta hasta encontrar que lo buscado estaba cerca!… estaba aquí, sentado, no allá afuera… estaba así, soñando que al despertar lo viera… estaba en mi, esperando que a amar me atreviera…”… la “rosa sin porqué” no se desanima, vuelve una y otra a abrirse en gratuidad hasta enamorar a quien la mira… ¿desesperas, te desanimas, desertas cuando no ves los resultados que soñabas?, ¿vuelves a intentarlo cuando no puedes algo poniendo de manifiesto tu deseo más profundo?… (con el Evangelio de hoy San Lucas 13,1-9)…