Es posible que la ansiedad y la terrible tentación de las «actividades» muevan

… es posible que la ansiedad y la terrible tentación de las «actividades» muevan, más de una vez, a no comprender ni aceptar el «silencio y la gratuidad» de los demás o de uno… o la paz y quietud de las cosas, que también hallan su sentido «callando y dando gracias»… una y otra vez es preciso que retornes a la fuente y que vuelvas a valorar lo que no se «ve» ni se «siente», lo “sembrado por el don que has recibido” copiosamente… para ello debes aceptar el desafío de la “siembra” que no se expone en las plazas sino en el secreto de la vida y de las cosas… ten paciencia, deja pasar y aquiétate… todo eso que piensas y supones no es tan necesario ni tan urgente… vuelve a tu interior, al jardín de tu corazón, recupera el valor de la gratuidad y no temas el apresuramiento de nadie, ni las presiones de este o de aquel ambiente…paz y ¡adelante!… la sorpresa será tan grata que no alcanzarán, desde luego, las palabras para nada… la #rosasinporqué espera pacientemente que la siembra de la gratuidad produzca sus frutos, por eso evita toda esa ansiedad que calcula resultados… ¿cultivas la paciencia o eres un impaciente crónico en busca de solo resultados?, ¿reconoces la bondad de la semilla de la gratuidad o todavía no la valoras?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 4,26-34)…