¿Perder o ganar?, ¿elegir o ser elegido?

… ¿perder o ganar?, ¿elegir o ser elegido?… semejante alternativa nunca ha de ser la del amigo, amiga, de la rosa… por el contrario, los caminos son otros y acabaras por arribar, las más de las veces, a afirmar que quien pierde gana y quien gana pierde… que quien es elegido elige, y que quien elige deja de ser elegido… a afirmarlo porque lo has experimentado así… pero es preciso detenerse en una consideración más profunda: tu vocación de gratuidad lleva a un horizonte de transfiguración y de resurrección que poco o nada tiene que ver con las opciones de este mundo… para “ser” hay que dejar de ser… y dejar porque “te dejan”… no eres tu el que “deja” por elegir esto o aquello… El que Es te eleva en sus propias alas y te levanta hasta su Corazón… ahora bien, esta “elevación” inaudita comporta un misterioso “descenso”, que nadie puede describir ni explicarse… es mejor dirigirse a Dios “directamente”, no hablar de Él, en tercera persona, sino hablarle a Él… ¡porque es Él quien primero y siempre te habla!… y te dice: ¡ven!… y te dice, y te repite: “ven a casa y deja lo que no te pertenece… tú, sígueme…”… Él llama viniendo… ¡tantas veces parece que pierdes!, pero no pierdes nada, ganas todo… la “rosa sin porqué” elige no elegir sino ser elegida y, así, cuando parece que pierde gana… ¿estás muy pendiente en ser tú el protagonista de tus elecciones y estado de vida?, ¿sabes perder para ganar, ser elegido para elegir?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 6,12-19)…