… pasan las horas y las preguntas se suceden… percibes con claridad rumores e intentos indeseables cuyos ecos se filtran a través de espacios y distancias… ¿qué peso, qué consecuencia tiene todo eso que “apenas” es?… el amigo y la amiga de la rosa debe armarse cada día de valor en su propio “jardín”, en su corazón… no has sido llamado a “triunfar” en los acontecimientos pasajeros de este mundo y sí a seguir a la gratuidad en su aparente insignificancia… la comprobación acerca del escaso éxito de tu labor no ha de turbarte ni detener tus pasos… la paz y la quietud no consisten en dejar de luchar… al contrario, se trata de “luchar abandonado”, abandonado con confianza, sin angustia por ningún resultado… la “lucha” es ante todo espiritual y por ello la descubres desconcertante, fuera de las expectativas habituales y, a veces, bastante lejos de ellas… la mezquindad ataca sin pausa… su pretensión es derribar o, por lo menos, entorpecer y frustrar… desea imprimir en las víctimas la sensación de inutilidad y de derrota… no mientas ni te mientas, deja que la humildad abone tu “jardín”, tu corazón… la #rosasinporqué abona la tierra de su jardín con la humildad y puede, entonces, ofrecer gratuitamente su belleza no ofensiva… ¿son la mentira, el engaño, la simulación partes de tu vida insincera?, ¿dejas que la humildad abone tu corazón o vives pendiente de la adulación y de la publicidad de tu yo?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 23,1-12)…