… orar no es difícil, sino imposible… no es difícil mover los labios, el tema es mover el corazón… y sólo el amor mueve al corazón… alégrate, entonces, de la dimensión pequeña que descubres en ti… poco importan las pretendidas «grandezas» de hoy o las confrontaciones de mañana… el paso lento y pequeño de tus días y de tus horas te dice que dejes latir tu corazón con el ritmo de lo alto y de la confianza… desde arriba desciende Alguien que no sabe de inquietud y que es causa de una inconmensurable alegría… no prestes atención a los charlatanes, aquellos que tienen respuestas para todo… deja lo que hace ruido, abandona imposiciones y dudas, y no discutas en tu corazón… simplemente calla y vuélvete al Corazón de los corazones… es posible orar a cada instante y es posible que la oración tenga mil maneras… no estás llamado a repetir esto o aquello… aprende del gemido de los niños, de la súplica de los pequeños, del respiro de los enamorados… la #rosasinporqué deja que la gratuidad mueva su corazón, por eso su oración es de una inmensa confianza y sencillez… ¿eres un charlatán en tu oración?, ¿después de orar está tu corazón inclinado al perdón?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 6,7-15)…