… la pedagogía de la gratuidad es introducirte y afincarte, de algún modo, en el “secreto”… en lo no «publicable», en “soportar” la ausencia de los comprobantes, en no vivir pendiente del público y de la audiencia… todo lo contario a la compulsiva marea de la exposición mediática, donde no sólo se desdibuja la intimidad sino que se la denigra y combate… ¿soportar?… en realidad se trata de que adoptes la hondura del silencio y de la soledad, que es algo más que la falta de los ruidos molestos y nada tiene que ver con el autismo virtual… es lo que exige el «peso» de tu humanidad… sin un “tiempo” para la oración a solas, se pierde tu vínculo con Dios… sin una moderación no ostentosa de tus gustos, pierdes el vínculo contigo mismo… sin un pudor en la ayuda al otro, pierdes el vínculo con él… oración, ayuno y limosna, en lo “secreto”, en lo no “publicable”, son los modos sanos en que la gratuidad acompaña al amor para alcanzar su perfección… la #rosasinporqué ora, ayuna y se da como limosna, lo hace gratuitamente y siempre en lo “secreto”… ¿publicitas tu persona y tus obras?, ¿no soportas el silencio ni la soledad y te rodeas de ruidos y de multitudes?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 6,1-6.16-18)…