No sé si quiero, Señor

… no sé si quiero, Señor, que me reveles toda la verdad, no sé si quiero recibir tu Espíritu que me la revelará toda… estoy muy acomodado en “mi” verdad, en “mi” manera de ver las cosas, en “mis creencias”… y conocer la “verdad” me descolocará y tendré que optar, tendré que cambiar… siempre dije que necesito “tocar para ver”, y “ver para creer”… y así he vivido enroscándome en la sospecha, en garantías y cautelas… siempre pensando primero mal, y acertando… ¿acertando?, ¿o haciendo que las cosas se encogieran a mis criterios, intereses y conveniencias?… pero no quiero vivir “encogido” y tengo que pensar, vivir y amar conforme a la “verdad”, y acertaré aunque me equivoque… debo elegir “creer para ver”… creer en el milagro de la gratuidad que transparenta todo… creer en la fuerza del amor, que es posible, aunque a veces se haga el escurridizo… creer en el otro, que es persona, y siente, come, ríe y pelea, como yo, con sus razones y sus errores… creer en el mañana que es la cosecha de sembrar hoy esperanzas ciertas y no ilusiones y pavadas… creer en la vida de familia, almácigo de la confianza, del respeto, de la responsabilidad y de la alegría… creer en las heridas de un Dios, nacidas de su pasión por los hombres… entonces te veré, Señor, con el corazón desbocado por la sorpresa y el júbilo, haciéndote presente cuando menos me lo espero, y sabré que es verdad… la #rosasinporqué desea vivir en la verdad de las cosas, por eso acepta ver todo desde la gratuidad… ¿aceptas la verdad o sólo te mueves con “tu” verdad?, ¿vives como piensas o piensas como vives?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 16,12-15)…