… no, ¡no te detengas!… comenzar bien es una gracia… continuar por buen camino y no perder el ritmo, es una gracia todavía mayor… pero la gracia de las gracias, está en no desfallecer, con fuerzas todavía o ya no pudiendo más, hecho trizas o añicos, seguir avanzando hasta el fin… por eso, cuando pase la gratuidad que no te encuentre dormido, afanado en otras metas, indiferente a su voz… que no sea su presencia semilla que el viento barre o luz que a nadie ilumina… cuando pase la gratuidad que no le vuelvas la cara para esquivar su propuesta… se presentará en un libro, en un verso, o será estrofa de un canto que te envuelva… vendrá, tal vez, en un amigo, en un hermano roto, o en el pan partido… ábrele la puerta de tu casa, pon en juego tu corazón y escucha, con avidez, sus palabras… y entonces te cambiará la vida… no, ¡no te detengas!… la #rosasinporqué camina siempre agradecida, no se detiene ante las dificultades, el cansancio o la soledad, la gratuidad le permite empezar siempre de nuevo… ¿te dejas vencer por las adversidades del camino?, ¿sabías que solo los orgullosos se desaminan y que son los enamorados y los soñadores los que perseveran?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 4,16-30)…