¡No dejas de sorprenderme, Señor!

… ¡no dejas de sorprenderme, Señor!… y, para que mi orgullo no te resista, me descolocas en mis pretendidas seguridades de baratija… te anuncias en la Palabra y te apareces en el Silencio… manifiestas tu Amor en el don de la vida, agotas tu entrega en el don de tu muerte… eres deslumbrante en el prodigio del día, me fascinas en el misterio de la noche… culmen de tu creación son los hombres más santos, y de tu fidelidad, los hombres más perversos… expresión de tu fuerza liberadora, los oprimidos, y de tu paciencia y respeto los opresores… inagotable Artista en todo lo bello, presencia callada y fuerte en lo deforme… tus posibilidades sin fin me señalan los genios, tu cuestionamiento solidario los hombres rotos… Tú me llamas sin fin desde el horizonte, me llenas de tu Presencia en cada rincón del camino… nunca te atraparé en la codicia de la perfección, pero ya desbordas de luz y mañana todo mi límite… no soy salvo por mí destreza en el cumplimiento, sino por dejarme amar con tu Amor misericordioso y gratuito… la #rosasinporqué es salvada por la gratuidad, por eso resplandece hermosa entre espinas… ¿te interesa la salvación de los tuyos y tuya?, ¿te dejas salvar?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 19,23-30)…