Nada tan temible como el temor y la duda

… nada tan temible como el temor y la duda… nada tan temible como la «vacilación» que se manifiesta cuando juzgas probable lo improbable… son muchas las variantes que el enemigo del género humano dispone para «asustarte», ya que -en realidad- es él quien te teme… el que no supo ni quiso obedecer, detesta a Aquella que obedeció sin reparos… no obedecer es no confiar en el amor que te ama y sostiene… obedecer es confiar en el amor que te ama y sostiene... obedecer “algo” es dependencia a eso que se obedece, obedecer a “alguien” es liberación de las propias dependencias… es María Santísima quien ilumina tu vida en la aurora que vence todo temor… levanta, pues, los brazos en oración, sin vacilar, confía y mira a María… ¡Corazón de María, Madre del Amor Infinito, en Ti confío!… la “rosa sin porqué” confía en la gratuidad y obedece sin reparos para regalar su hermosura… ¿en qué consiste tu obediencia de fe?, ¿eres libre en tu fe o te sientes esclavo?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 12,46-50)…