… nada tan precioso como la verdad, ¡nadie soporta las mentiras!… sin embargo, cuántas intrigas para taparla, cuántas artimañas para desacreditarla… con qué facilidad se falta a la verdad, con qué frivolidad se ofrece “pan y circo” para comprar las voluntades y adormecer a las masas… la verdad no necesita que la defienda nadie, no necesita de la espada… la verdad necesita de testigos que se desvivan por ella… la gratuidad lleva a la verdad, y la verdad se complace en la gratuidad… la mentira se reproduce en la mezquindad… te sentirás solo, sin testigos… te encontrarás aislado, sin puentes… te abrumará el silencio, sin palabras… te dolerá el olvido, sin aplausos… te inquietará la duda, sin respuestas… te pesará la carga, sin ayudas… te asustará el compromiso, sin seguridades… te verás desnudo, sin mentiras… pero la Gratuidad será tu testigo, tu puente y tu palabra… Ella será tu aplauso, tu respuesta y tu apoyo… Ella será tu refugio y amarás tu desnudez y te enseñará a vivir de verdad en la verdad… la #rosasinporqué defiende la verdad sin espada ni verborragia, la gratuidad le permite la sencillez que no ofende y la coherencia que no se doblega… ¿dejas que la verdad te haga libre?, ¿te crees dueño de la verdad o eres un colaborador de ella?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 14,1-12)…