… muchos parecen no estar enterados de que hay un mundo interior que les habita… no saben que el motor de sus actos, lo que los mueve, está dentro de ellos y son sus sentimientos, pensamientos, sensaciones y emociones… dentro de ti fluyen pensamientos y sentimientos sin tu consentimiento, sin que a veces seas del todo consciente… no aparecen porque los llames y no se van simplemente porque les digas que se retiren, simplemente aparecen sin pedirte permiso… cuando conoces tu propio mundo interior adquieres mayor conocimiento de tus capacidades y limitaciones… y cuando esto ocurre, logras mayor destreza para elegir qué hacer y cómo proceder en un determinado momento, si temes conocer tu mundo interior, no llegas a ser libres interiormente para elegir bien… ¡conócete a ti mismo!… si puedes conocer lo que estás experimentando interiormente dejarás de actuar por impulsos, que te llevan a elegir y proceder mal… si realmente aprendes a conocer tus propios sentimientos y pensamientos sin negarlos o reprimirlos, serás interiormente libre para elegir y proceder bien… no existen desodorantes para el interior de tu vida, ni perfumes ni lavandina… la paz interior que deseas y la plenitud que añoras, comienzan cuando tomas en serio tu mundo interior y lo mantienes ordenado y limpio… la #rosasinporqué aprendió de san Agustín a conocer la interioridad que la habita, y por la gratuidad la disfruta sin intimismos evasivos… ¿conoces el mundo interior que te habita?, ¿desprecias farisaicamente lo interior y sólo higienizas tu exterioridad?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 23,23-26)…