Mucho es lo que te preguntas

… mucho es lo que te preguntas… quizá sea bueno que acalles esa tensión propia de las «cuestiones» y de las calificaciones o estados, que no cesan de invadir tus ámbitos y jornadas… atiende, en cambio, a tu interior… ya que lo más exterior es también lo más incierto y lo menos real… la gratuidad profunda se da más allá, que es más aquí, del campo de tu percepción habitual… porque, en efecto, el corazón no agradece tejiendo conceptos o discursos, ni «copiando» los dichos de otros, por más elevados que sean… el corazón agradece amando… con palabras sencillas o con silencios respetuosos, con gestos de amistad… quisieras «atrapar» no sé qué palabras y actitudes, y tal vez utilizarlas empleando no sé qué dominio que pretendes sobre ellas… quisieras, en suma, oírte, percibir ecos tuyos y sumergirte en el mar de tus sentidos para merecer el título de «enamorado agradecido»… pero por allí no es… deja latir el corazón, el corazón siempre late, no dejes de amar… la #rosasinporqué ama con todo sin reservas, sin vueltas y sin vueltos, porque su corazón es la gratuidad… ¿amas con todo en todo a todos?, ¿late tu corazón agradecido haciendo sentir bien a quienes tanto dices que amas?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 22,34-40)…