Llegamos al viernes, al momento del desenlace, ya no habrá tiempo para cambiar las decisiones

… llegamos al viernes, al momento del desenlace, ya no habrá tiempo para cambiar las decisiones… “… Pilatos, lo sabes, ¿verdad?… sabes que es inocente… estás acostumbrado a tratar con canallas agresivos, con asesinos, con gente desesperada capaz de cualquier cosa… así que este Jesús, que te habla con firmeza, que en su desnudez golpeada tiene más majestad que muchos senadores romanos, y que habla de un reino que no es político, te convence…”… Pilatos es un icono que podrías tener, como imagen, en la mesita de noche, para recordarte que las buenas intenciones no son nada sin poner los medios, especialmente cuando los tienes… en la mano de Pilatos está hacer justicia, pero sucumbe a las amenazas… “su prestigio”, “su posición ante Roma”, “su provincia”… en el fondo, Pilatos cede a un chantaje: “crucifícalo o prepárate para que la región se convierta en un polvorín”, “cierra los ojos si quieres, lávate las manos, carga sobre nuestras conciencias su vida, pero ¡condénalo!”… y Pilatos lo hace, cierra los ojos, se lava las manos, opta por lo conveniente y olvida lo esencial, opta por lo presente y olvida lo que no tiene momento, y sigue adelante con su vida… la #rosasinporqué nunca cierra los ojos, no se lava las manos, no mira para el costado, la tientan con la mezquindad pero siempre opta por la gratuidad… ¿cierras los ojos ante la realidad que te golpea y te justificas que no se puede hacer nada?, ¿eres de los que se lavan las manos y sigues como si nada?… (con el Evangelio de hoy, Pasión según San Juan 18,1 – 19,42)…