En las horas más sombrías brilla una luz

… en las horas más sombrías brilla una luz… escondida, desde luego, pero presente, que dispersa las tinieblas, en la oculta esfera de cada día… la luz nunca es avara, hoy mismo la descubres, recibiéndola, jamás rechazándola… porque las jornadas que se suceden aparecen tal vez como engañosas… ¿por qué?… no has de olvidar que tu atención se desvía fácilmente hacia lo perecedero… que, en efecto, das importancia excesiva a lo que no la tiene, confiando en lo que mañana no ha de estar… vuelve, pues, sin cesar al pesebre de tu cuna, en la gratuidad de tu corazón… admite que olvidas el camino o que chocas contigo mismo y te enredas en proyectos y mareas… ¡la mirada de quien tanto te ama es la luz que no se apaga jamás!… no se pueden esconder esos ojos que te miran y aman… no te canses de esos ojos, de esa luz… la #rosasinporqué rompe los cerrazones y sale todos los días al aire libre de la gratuidad, al suave viento de su corazón… ¿vives en la luz de la gratuidad o en la oscuridad de la mezquindad?, ¿existen opacidades de desconfianza en tu corazón que impiden que la luz de la mirada de quien te ama se transparente?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 8,16-18)…