La “vocación a la gratuidad” es un bien inefable que anida en el corazón de todo amigo y amiga de la rosa

… la “vocación a la gratuidad” es un bien inefable que anida en el corazón de todo amigo y amiga de la rosa… así como nada ni nadie te puede apartar del «jardín» interior y profundo, así la “vocación a la gratuidad” resuena en tu corazón de mil maneras y con libertad… es posible que te resulte difícil precisar esto que vive en ti y no logres «traducir» su honda realidad… porque el camino es alto, tan alto y tan inmenso, que no puede ser reducido dentro de límite alguno… simplemente ahí está… ¿instituciones?, ¿grupos, ¿modos?, ¿maneras?… todos los modos han quedado en el ámbito de lo determinado, de lo condicionado por esto o por aquello… ahora la senda se eleva sin concurso tuyo, sin que puedas apuntar mérito o condición alguna de tu parte… lo que te toca, lo propio, es acoger en silencio, ya que todo es una sorpresa admirable… ¡no se trata de copiar ni de buscar o revolver!… se trata de recibir ¡como un niño!, de «dejar» y de sonreír… la “vocación a la gratuidad” comporta una alegría serena, una paz no sin firmeza, y el suave abandono a cada momento… es vivir dando las gracias por todo y a todos… es alejar quejas, es diluir muecas… la “vocación a la gratuidad” es la vocación de toda vocación… la #rosasinporqué abraza la vocación a la gratuidad por eso está siempre alegre y permanece inalterablemente hermosa… ¿has encontrado la vocación de tu vocación, el corazón de tu corazón y entrega?, ¿vives dando gracias permanentemente?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 16.13-19)…