La tentación de someterte es tan engañosa, y tan real

… la tentación de someterte es tan engañosa, y tan real… someterte a las consignas de líderes que, por atracción o por miedo al castigo, consiguen que no brille todo lo que llevas dentro… hay sumisiones forzosas, obligadas, que se consiguen bajo amenaza o presión… hay otras sutiles, envolventes, que se consiguen por seducción… y así, se va generando todo un mundo de amos y esclavos, gente que manda, y gente que termina encadenada, con cadenas de hierro o de seda… dictadores virtuales que utilizan las redes para ridiculizar, anular, herir y silenciar… líderes políticos que ejercen aquello de “quien no es de los míos es un enemigo a batir”… fundamentalistas religiosos para quienes todo lo que no sea ortodoxia es relativismo… adalides del pensamiento políticamente correcto que desautorizan a cualquiera que no piense como ellos… y es que es cómodo sentirte parte de algo, sentirte reconocido por un grupo de iguales, sentirte seguro en un mundo de respuestas fáciles para cada uno… lo difícil es la libertad verdadera, la que está dispuesta a buscar, la que se tiene que pelear con encontrar un lugar en el mundo que no está perfectamente señalado en mapas, guías o manuales de autoayuda… la que está dispuesta a mirar al otro con verdadera curiosidad, consciente de que el otro es otro, y es distinto a ti… la que, sobre la fe, siempre tiene preguntas… la libertad da vértigo, pero también es el camino para volar… la #rosasinporqué no es amiga del pensamiento único, la gratuidad le da libertad e identidad sin fanatismos ni fundamentalismos… ¿te sientes sometido y sin embargo no haces nada para ser libre?, ¿reconoces que solo la verdad te hará libre?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 11,27-33)…