Importante es, siempre, evitar el ansia por el “hacer y cumplir”

… importante es, siempre, evitar el ansia por el “hacer y cumplir”, que surge sin advertencia, como todo aquello a lo que estás en exceso acostumbrado… en efecto, parece que no te sientes bien hasta que emprendes esto o aquello y te reconoces en tales acciones o actividades, que te empujan hacia fuera e interrumpen la quietud de tu corazón, sembrando dudas e inestabilidades… es hora, sin embargo, desde la gratuidad, de grandes descubrimientos… un horizonte nuevo se te abre y es en la senda de tu corazón agradecido… posees una certeza inconmovible: “todo es gracia, aunque nada es gratis”… puedes percibir todas las voces y los cánticos que por allí resuenan, puedes maravillarte de armonías y manifestaciones llenas de luz… puedes, desde luego, aprender siempre algo nuevo y atender a tantas sorpresas… puedes crear y emprender caminos, abrir horizontes, horadar murallas y hasta atravesar sus tantas grietas… pero nunca tanto puedes como cuando no puedes, nunca tanto como cuando recibes… nunca como cuando se abre tu corazón a la gratuidad… arrodíllate, pues, en el fondo inefable, en el don de la vida… la #rosasinporqué es agradecida con la gratuidad que la sostiene y, así, se viste de belleza cada mañana… ¿es el cumplimiento de tus obligaciones una expresión de tu libertad responsable o una carga en tus caprichosas ganas?, ¿eres alegre en tu fidelidad enamorada o un amargado y quejoso cumplidor?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 5,17-19)…