Haz el bien, una y otra vez… te hallas en el “medio del camino” y en un lugar que “quisieras olvidar”

… haz el bien, una y otra vez… te hallas en el “medio del camino” y en un lugar que “quisieras olvidar”… sin embargo, persevera en el bien, ¡nunca bajes los brazos!… no te des por vencido y no te tuerzas, aunque la tiranía de la mezquindad imponga la dictadura de la apariencia y de la mentira… ¡cuantos se maquillan para salir en la foto solidaria!… en la hora de la ausencia de razones, ¡hay que arremangarse y ayudar!… la gratuidad cubre, celosamente, cualquier “porqué” y posee la virtud de celar, de tal manera, que no puedas sospechar que debajo algo hay… experiencia de lo más insospechado, todavía ausente: el bien no necesita de propaganda… desea, cada vez más, esa “altura” que carece de medidas, de calificaciones, de nombres… sigue el derrotero de la bondad, cuya perspectiva te es, ahora, ignota… importante es, siempre, que evites el ansia por el “hacer”, que surge sin advertencia, como todo aquello a lo que estás en exceso acostumbrado… procura hacer bien el bien, que tu corazón está hecho para la excelencia de amar sin más de más… la #rosasinporqué hace bien el bien al despertar, cada mañana, gratuitamente toda hermosa sin tener en cuenta las nubes o las tormentas… ¿haces bien el bien o lo haces así nomás?, ¿condicionas el bien que puedes hacer por el qué dirán?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas, 6,6-11)…