¿Hallas la profunda verdad de las cosas cuando les dices «adiós»?

… ¿hallas la profunda verdad de las cosas cuando les dices «adiós»?… quizá sea así, pero lo esencial es que las posees cuando las dejas o cuando no te empeñas en apropiarte de ninguna de ellas… descubrir tu «vocación a la gratuidad» es darte cuenta que eres hijo amado del Dios Padre, “lleno de ternura y lento para el enojo”… quita cualquier duda, desconfianza, atiende siempre a la luz de amor que no se apaga en tu corazón… ¿quieres ser fuerte?… sé el más abandonado en las manos de la gratuidad, sin retroceder ante los desengaños o las «probabilidades» que tantos esbozan y comunican… no pretendas un poder que ya no te pertenece o que no resulta oportuno según el orden de la gratuidad… no importa perder la partida, si te dejan a un lado o te amenazan con lo que sea, no importa… no te inquieten los rumores de un mundo que está por todas partes, hasta en el templo… tu vives, habitas en la gratuidad… en ella estás, te mueves y eres… no en el barullo de los cálculos ni de las pretensiones a ras del suelo… nunca te descorazones y sigue luchando, con valor y con constancia… la #rosasinporqué confía al ver a los pájaros y a los lirios del campo, desde la gratuidad nada les falta… ¿eres fuerte o eres débil ante los cimbronazos de la vida?, ¿contemplas el orden de la gratuidad para crecer en confianza?… (con el Evangelio de hoy, san Mateo 6,24-34)…