Con frecuencia lamentas el ámbito de tus «movimientos»

… con frecuencia lamentas el ámbito de tus «movimientos»… tal vez quedas «detenido» en consideraciones verdaderamente asfixiantes, porque no se da eso que aguardabas y tus ilusiones quedan a mitad de camino o harto frustradas… descubres la torpeza por todas partes y sufres situaciones de hostilidad y de ahogo… entonces, ¿qué hacer para ser feliz?… la vida, tu camino, no puede depender, nunca depende, de circunstancias o de condicionamientos exteriores o caprichosos… tu vida no está ni consiste en lo que aparece y se manifiesta… has de aprender que estas “más allá” y que los gritos que perturban no te pertenecen ni te alcanzan… la «obra» del enemigo es gritar bien fuerte para convencerte de que tu mal está cerca… pero está ¡muy lejos!… todo «eso» que molesta es ajeno… sí, porque infinitamente más real es la gratuidad, la obra de Dios en ti… en suma, Su Presencia lo es todo… porque no depende la gratuidad de comportamientos más o menos sofisticados que tantas veces te tientan y te «atan» por creerlos tontamente tuyos… bienaventurado eres aunque llores, padezcas, o seas pobre y sufras injusticias… tu felicidad no está en las cosas ni en lo que te pasa, sino en la gratuidad de Quien te conoce y ama… la #rosasinporqué es feliz más allá de la primavera o del otoño, del verano o del invierno, porque se sabe amada gratuitamente allí dónde se encuentra… ¿eres feliz más allá de las situaciones que tengas que vivir o enfrentar?, ¿cuál es tu sueño de felicidad?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 4,25 – 5,12)…