… existe un peligro en las utopías y en las nostalgias mal vividas: que te saquen de tu presente, del lugar y el tiempo que te ha tocado vivir… y lo que es peor, te quitan la bondad fecunda del “ahora” que traen la gratuidad y la gratitud… anclarte en el pasado, lamentándote por un tiempo perdido es tan agotador como ver que los sueños se te escapan de las manos, que cada día que pasa estás igual o más lejos de aquel sueño que no acaba de llegar… ilusionarte con una cosecha para mañana cuando nada has sembrado, es desopilante… cuando esas “melancolías” te abrazan será mejor que recuerdes que es “hoy”, el momento presente, este preciso instante que estás viviendo, ¡el mejor!… el mejor, porque “es” el que existe, porque “es” ahora, porque “es” hoy… “ayer” ya fue y “mañana” todavía no es… “hoy” estás mejor que “ayer” y peor que “mañana”, ¿ o no?… tu memoria y tu imaginación te harían un flaco favor si solo te mostraran que el “ahora” no vale nada comparado con el que has tenido o el que debería ser… atrévete a vivir apasionadamente el presente… vivir la gratuidad en el presente cotidiano es liberador, es colorear los grises paisajes con el verde color de la esperanza… no te faltarán las dudas, pero nadie te podrá robar la alegría de vivir mostrando que la misericordia es superior a los esfuerzos y a los sacrificios, y que el amor es más que la mera justicia… la #rosasinporqué vive el momento presente con tal intensidad y pasión, que siempre es agradecida por lo que ayer ya vivió y mira con plena confianza lo que mañana vivirá… ¿das más valor a los esfuerzos y a los sacrificios que a la compasión y a la misericordia?, ¿vives con pasión el momento presente o eres displicente y mediocre?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 9, 9-13)…