… existe el “pánico” a decidir… hay quienes se bloquean durante horas con la mochila a medio hacer, incapaces de decidir qué dejan y qué se llevan… otros sufren un colapso a la hora de comprar, con dos productos en la mano a tres pasos de la caja… este “pánico” se nota sobre todo cuando coinciden varios planes, intenciones, caminos u oportunidades, y no quieres renunciar a nada… te imaginas haciendo algo, luego haciendo otra cosa “que nada que ver”… ¡ytodo te parece necesario e imprescindible!… a menudo se produce tal bloqueo que retrasas al máximo la decisión, esperando que se haga compatible en el último momento lo imposible… empezar a construir una “vida de servicio” implica “saber partir”, “saber dejar” y, sobretodo, “saber renunciar” a tu situación de comodidad, a los lugares cotidianos donde te mueves como pez en el agua, donde te sientes seguro… no es fácil afrontar cambios y saltos al vacío… “elegir” es un “proceso”, es “pasar etapas” y “propiciar cambios” en tu vida… porque toda “elección seria” exige una identificación previa con el fin que deseas, que te apasiona… y a veces pareces un experto en darte plazos que siempre estiras, con la esperanza de que desaparezcan los miedos… arriesgar, pasar a la acción, todo eso es descubrir la vida real, y no lo harás mientras te conformes con lo que se te dio o te tocó en suerte… si quieres servir, ¡prepárate para la prueba!… la #rosasinporqué acepta el desafío de elegir asumiendo las renuncias que esto implica, ya que la vida en gratuidad y servicio no se alcanza quedándose con todo… ¿aceptas las renuncias que tus elecciones comportan o te vives lamentado por lo que dejas?, ¿agradeces humildemente el estar al servicio de los demás o reclamas compensaciones?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 17,7-10)…