El hipócrita es humo

… el hipócrita es humo… crece en el aire y en los ojos ingenuos que lo admiran o en los aterrados que le temen… sube hinchado con el impulso fantasmal de su propio vacío, se regodea y gira sobre su complacencia, se alimenta y dura mientras haya criaturas que se quemen por él en la tierra calcinada… al final, se diluye en el aire nublando los horizontes, y sepulta en los pulmones la muerte de sus despojos… el hipócrita es sepulcro blanqueado, brillante y reluciente por fuera, hogar de muertos por dentro… apariencia que devora a los ingenuos que le llevan flores y que selfean sus vanidades de incompetencias… el humilde, en cambio, es agua mansa que se hunde y desaparece por las grietas angostas de los sequedales, desciende sin ruido a las tierras más hundidas, acuna las semillas, asciende por las raíces y es alimento y alegría en las flores y en los frutos… la hipocresía es signo de muerte, la humildad es aliada de la vida que Dios ha escondido en el misterio del mañana… ¡ven, Dios humilde, en el agua del Espíritu para fecundar las semillas del Verbo en toda criatura!… la #rosasinporqué es aliada de la vida, con la gratuidad fecunda a aquellos que la reciben cada día… ¿vives de las apariencias y las fomentas?, ¿te esfuerzas por darle lugar a los procesos más que a los eventos en tu vida?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 23,27-32)…