El amor sin medida es tu medida

… “caminante peregrino”, la hora que vives es muy singular y curiosa… ¿cómo apartarte de los ámbitos viciados donde la «exterioridad» asfixiante atropella hasta la buena salud de los caminantes?… es fundamental liberarte de los «lugares comunes»… de las “hipocresías” que son veneno en la cultura y en la vida… hay quienes invocan mil reparos y se sumergen en diferentes prejuicios para detener el camino espiritual de los inocentes… ahogándolos en las redes de un pasado que ya no vuelve… o en las ilusiones de un futuro que no llegará jamás…

… pequeño y buen amigo, pequeña y buena amiga, el atropello contra la verdad y el silencio, y contra ciertos derechos fundamentales de cada persona… ensombrece esta hora que vives y en distintas situaciones y lugares se aplican presiones y sutiles maneras para someter a la mediocridad y a las estructuras carentes de espíritu… ¿qué es esto de trabajar “a reglamento” o de “ayudar si te pagan” o a “cambio de algo”?…

… pues bien, si esto es así… ¡es urgente que resistas el embate de tales olas y no permitirles que te cubran!… puedes, y tantas veces debes, decir que no… porque hay muchos que no pueden o no se animan… y, es por ellos, por esos inocentes, por quienes no has de callar… es por quienes no pueden hablar por los que debes hablar… o por los que están atados por lazos o por cadenas que no aciertan a romper…

… entonces, ¡vamos!… ¡arriba!… ¡allí donde te encuentras ponte de pie y respira hondo!… con la “pequeña oración” de la mañana, y de cada momento, te liberas de todo condicionamiento… no te preocupes por “el qué dirán”… si hay que ayudar, ayuda… si hay que defender, defiende… si hay que hablar, habla… si hay que callar, calla… eres libre con la libertad de los hijos de Dios… el amor sin medida es tu medida… desayuna y matea con la Verdad del “pan del día”, (Lucas 13,10-17: “… ¡hipócritas!… ”)…