Cada día ingresas a un espacio aún no conocido

….cada día ingresas a un espacio aún no conocido… pero no temas, ¡confía!… en efecto, la gratuidad ni se define, ni se ubica… se descubre cada vez… el corazón no sabe de estructuras ni de maneras… quizá el lenguaje deba independizarse cada vez más… ¡deja, pues, esta casa en ruinas y lucha por otra que es la de siempre y que descubres en tu corazón!… siempre será posible «ir más hondo», más alto y mucho más alto… las «estructuras» oprimen solamente un pequeñísimo lugar… el error consiste en otorgarles una influencia de la que carecen… porque, en realidad, estas muy lejos y manoteas inútilmente por estar cerca… ¡curiosidades tontas y vanas que te alejan!… la obsesión por la «actividad» es grotesca y torpe, soslaya la dimensión espiritual de la persona y acaba por transformar la vida en «administración» y la sustancia en «método»… hoy por hoy se «contempla el dedo que señala la luna» y se olvida la luna… la #rosasinporqué está más allá de las estructuras, vive en ellas pero no de ellas, no posee un método para la belleza sino que es hermosa porque vive de la gratuidad… ¿administras tu vida con la libertad de la gratuidad o con la esclavitud de al mezquinad?, ¿le das tanto valor a los métodos (cómo) que te olvidas de los fines (para) y de los contenidos (qué)?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 16,1-8)…