¡Cuántas cosas!, éstas y otras… ¡cuánto crees necesitar!

… ¡cuántas cosas!, éstas y otras… ¡cuánto crees necesitar!… y más todavía, si no te llega esto o aquello acabas por entristecerte… y pides, y buscas, y llamas… ¿dónde y cómo quedas con tantas necesidades, con tantas pobrezas?… ¿no te quieren ya?… y sin embargo, lo tienes todo y más que todo… es audaz decirlo así, pero la verdad es que ¡no necesitas nada!… ¿por qué no desciendes a la gratuidad escondida del jardín de tu corazón pobre y dejas que en ella se te den todos los regalos?… ¿necesitas siempre para orar un libro de plegarias?, ¿dónde están las de tu corazón?, ¿has perdido la fecundidad o te has quedado dormido?, ¿no puedes, acaso, levantar el corazón?… vuelve, pues, a la gratuidad y caerás en la cuenta que todo es gracia, aunque nada es gratis… que necesitas todo, y no necesitas nada… por eso: pide porque ya se te dio, busca porque ya encontraste y llama porque se te abrió… llevas un tesoro muy grande, ¡la vida misma!… ¡tu vida vale! porque Dios se ha empeñado en ella… la #rosasinporqué se anima a descubrir en cada circunstancia los latidos de la gratuidad, por eso no deja de pedir, de buscar y de llamar… ¿eres de los soberbios empecinados que no piden, ni buscan ni llaman?, ¿piensas que ya tienen y posees todo?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 11,5-13)…