… cuando se acerca la Santa Noche de Navidad aparece un mensaje que trasciende e ilumina toda paz… es la hora de la delicadeza, del respeto, del silencio, de la compasión… ¿quién se atreve a callar en estas horas y contener las lágrimas en la plegaria?… es la hora de la ternura, de la paciencia también… ¿han hecho contigo lo que quisieron?… no importa, es la ocasión para que rechaces modales y gestos que ni te dicen ni te honran… es una oportunidad para la gratuidad y para levantar tu mirada, para insistir en tu corazón siempre sediento de paz… es la oportunidad para que dejes en reposo las ansias de dominio y de activismos de toda especie… es la oportunidad del sueño reparador en momentos de dolor y de angustia… nada, pues, de desesperanza… abandona todo cuidado entre «azucenas olvidado»… lo único es Un Niño, el Niño que ya llega a levantar tu espíritu en la única oración de Dios… la #rosasinporqué no tiene en cuenta lo que le han hecho, la gratuidad siempre la hace mirar bien y desear la paz… ¿eres rencoroso y conversar la memoria del daño que te hicieron sin recordar el bien que hiciste al perdonar?, ¿ayudas a la reconciliación en tu familia y con tus amigos?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 17,10-13)…