Cuando sales a pescar, no puedes calcular la pesca

… cuando sales a pescar, no puedes calcular la pesca… existen “resultados” en la vida que no se calculan, simplemente se esperan… una vez que te dejaste “pescar” por la gratuidad, entiendes que tu vida es “ir mar adentro” y “esperar”… estás llamado a sacar de su “enredado mundo” a quienes luchan por salir sin saber cómo… debes ayudar a tus hermanos a ahondar en el “mar de sus deseos”, para hacerles descubrir que sólo uno, su deseo más profundo, no los ahoga… debes ayudar a otros a descubrir que el desafío no está solo en los tiempos de pesca, de prueba, sino en los cotidianos de entrega… en toda entrega vas “mar adentro”, es más, debes ir “mar adentro”… debes “soltar amarras”, mantener firme el rumbo, sostener la paciencia, ahondar la esperanza… ir “mar adentro” es darte tiempo para aprender… debes aprender a dar calidad a las relaciones con los demás, de modo que no quedes en un “orillar”, en un acercarte apenas a la superficie de la otra persona… y, entonces, tienes que saber esperar, confiar, sin calcular los resultados de la entrega ni de la espera… la #rosasinporqué se dejó pescar por la gratuidad, por eso su vida es ir mar adentro con confianza sin calcular los resultados… ¿te has dejado pescar por la gratuidad?, ¿vives calculando y previendo resultados sin dar lugar a la confianza?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 5,1-11)…