Cuando crees haber perdido el camino que estaba dando sentido a tu vida

… cuando crees haber perdido el camino que estaba dando sentido a tu vida y de pronto aparece la señal que te da ese respiro y te impulsa a seguir… cuando el horizonte que esperaba anhelante tu llegada se confunde con el mismo azul del cielo desorientando el rumbo, y de pronto, sin esperarlo, en medio de la noche, consigues vislumbrar aquel faro, con su lenguaje particular… cuando el amor con el que contabas se torna aparente sin saber cómo ni por qué y de pronto, en medio de la desesperanza descubres que lo aparente era solo tu forma de mirar… entonces, resurrección es abrazar esa señal, esa luz, o incluso tu propia fragilidad en lágrimas que, por vulnerable, te acerca más a lo eterno… resurrección es, entonces, abrazar de nuevo aquello que te da la vida, que te hace volver a sonreír y contarlo abrazándote en el encuentro con los otros… pero sobre todo, o también, es abrazar al Señor de la Vida presente en cada señal, en cada faro, en cada fragilidad, en cada lágrima, asumiendo además la impotencia de no poder retener ese abrazo… la #rosasinporqué vuelve a abrazar una y otra vez lo cotidiano de la gratuidad, en lo más humano, sin retenerla ni acapararla para ella… ¿lloras las ausencias?, ¿eres capaz de superar lo aparente de las ausencias abrazando sin retener las presencias?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 20,11-18)…