Con los ateos puedes coincidir en muchas cosas, a menudo casi en todo

… con los ateos puedes coincidir en muchas cosas, a menudo casi en todo, salvo en su creencia de que no existe Dios… en la hoy tan bulliciosa y exótica feria de la “mercancía” religiosa, hay para todos los gustos, a veces parece que la fe cristiana está más cerca de los escépticos y de los críticos de la religión, ateos o agnósticos, que de mucho de lo que allí se ofrece con tanta impertinencia y cambalache… con cierto tipo de ateos puedes compartir la “percepción” de la “ausencia de Dios” en el mundo… en realidad esa “percepción” es más fruto de una expresión de “impaciencia” o de “desilusión” porque se espera que ese dios, ¿Dios?, haga las cosas de otra manera… y, seguro, que también te oprime el “silencio de Dios” y el peso de Su lejanía divina… y, es verdad, que el carácter ambivalente del mundo y la multitud de paradojas de la vida también permiten explicar el “ocultamiento de Dios” con frases como “Dios ha muerto”… pero puedes encontrar, aún, otras interpretaciones posibles de la misma experiencia y otra actitud con respecto al “Dios ausente”… existen tres formas de paciencia, profundamente interconectadas, frente a la ausencia de Dios: se llaman fe, esperanza y caridad… la #rosasinporqué soporta la oscuridad de las ausencias con la claridad de las presencias, por eso persevera en la gratuidad… ¿tu fe se nutre de las ferias de merchandising religioso o de las ausencias del Dios siempre presente?, ¿perseveras en tu adhesión de fe o eres un compulsivo buscador de estampitas mágicas?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 10,16-23)…