Aprendí a vivir, papá, bajo tu autoridad

… (homenaje a mi padre)… aprendí a vivir, papá, bajo tu autoridad… me enseñaste a sembrar y aprendí a valorar la espera… me enseñaste a callar y aprendí a valorar la paciencia… me enseñaste a hablar y aprendí a valorar la voz sincera… me enseñaste a reír y a llorar y aprendí a valorar el sufrimiento que tanto enseña… me enseñaste a compartir y aprendí a valorar la familia como una fiesta… me enseñaste a contar y aprendí a valorar toda la ciencia… me enseñaste a mirar y aprendí a valorar, junto a mí, la belleza…. me enseñaste a alabar y aprendí a valorar al Dios que es Presencia… me enseñaste a un “gracias” saber dar y aprendí a valorar a mamá que es tan buena… la “rosa sin porqué” posee la autoridad de quien sabe enseñar… ¿qué clase de autoridad ostentas entre los tuyos, la que mandonea o la que enseña?, ¿te dejas enseñar y tienes la humildad de aprender siempre?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 11,27-33)…