… “aprender a aceptar” es el comienzo de un camino de gratuidad… tendrás, a cada paso, descubrimientos singulares a raíz de la transparencia de las cosas… el amigo y la amiga de la rosa saben que su andar es de un valor inmenso… cada período, cada jornada, cada ocasión, todo es de inimaginable fecundidad… surge de los acontecimientos una constatación peculiar, que no puedes pasar por alto: el deseo de tu corazón sobrepasa las ocasiones, las figuras, las imágenes, los tiempos y los lugares que se te ofrecen en este mundo para satisfacerlo… es ésta una verdad muy vieja, siempre actual y olvidada… puedes alcanzar la gratuidad a partir de tu entrega por más modesta que ésta sea… pero esto comporta que ames sin reservas, sin peros, sin vueltas y sin revueltas… no se trata de que aguardes a mañana ni que sacudas los aires con indignación por tu indigencia… reconoce que no hay caminos, ni instituciones, que lleguen a responderte en plenitud a tu deseo de amor… por tanto cualquier limitación aceptada te abrirá otras puertas en zonas más profundas e inesperadas… la #rosasinporqué no vacila en amar sin más de más, eso le da total libertad en la gratuidad… ¿amas a cuentagotas o pones vencimiento a tu amor?, ¿dejas que la gratuidad te abra caminos insospechados o te encoges por la mezquindad?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 12,28-34)…