… amigo y amiga de la rosa, si te parece que pierdes, apártate de lo que simplemente «parece»… que no te engañe la manifestación sombría de lo que no es… ¿y si se pierde esa joya, o ese cuadro tan bello?… ¡tantas cosas pasaron, fueron y se fueron y no sabes por cuáles caminos del mundo!… y, sin embargo, las cosas valiosas brotan de nuevo en fuente purísima, desde el oculto fondo del corazón… no te importe la «derrota», no te juzgues nunca vencido... no es necesario, ni mucho menos, alcanzar determinadas medidas… porque no hay «medidas» para la gratuidad… la gratuidad no tiene «medida», jamás es mezquina, amarreta o calculadora… ¿no te dieron el «premio» que suponías y, tal vez, merecías ayer?… es cosa normal y habitual… ¿quién reconoce esto o aquello?… ¿qué es reconocer?… deja que el arroyo lleve esas hojas que pasan y se van… simplemente deja… suelta, en suma, no aferres y reposa en la hondura que no se sospecha… la #rosasinporqué se reconoce gratuitamente donada, por eso no teme ninguna pérdida cuando es deshojada… ¿vives en alegría agradecida por la gratuidad de tu existencia?, ¿te invade la tristeza ante la pérdida de lo que te ha sido dado o confiado?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 17,10-13)…