Amigo y amiga de la rosa, la Navidad, Dios-con-nosotros, resuelve definitivamente la soledad que aísla y mata

… amigo y amiga de la rosa, la Navidad, Dios-con-nosotros, resuelve definitivamente la soledad que aísla y mata… sin embargo, hay horas de soledad y de abandono que no aciertas a explicar… quizá buscas cómodas maneras de decir lo imposible… esos instantes se suceden en los días de la incertidumbre y de la pena… los pastores cuidaban sus rebaños en medio de la noche, ¿qué quiere decir «en medio de la noche»?… ¡tantas veces apelas a la «noche»!, a esa noche y a su incertidumbre… a veces, los ángeles no llegan, o no llegan a tiempo… ¿puede ser así?, ¿o cometes una seria falta poniendo en duda la celeridad de tus amados ángeles?… el «desgarro» aumenta y el dolor también… es que no aciertas a verlo todo, ¡a descubrir todo y más que todo!, en la Madre que tiene a su Hijo recién nacido… ¡sencillísima y fecunda respuesta!… la misma Noche Buena es la respuesta cuando acontece en tu corazón… ¡hombre de poca fe!, ¿por qué dudas?… el Niño puede más que toda la historia, que toda «tu» historia… ¡por favor, no temas!, ¡anímate y eleva y repite tu plegaria!… ¿dudas de Dios?… allí, en la lejanía más cercana, en lo que parece más lejano está lo inmediato, tu Madre te vuelve a decir, como a San Juan Diego, «¿acaso no soy tu Madre?»… “¡sí!”, responde ahora tú mismo, «he aquí a tu hijo»… la #rosasinporqué no duda de la gratuidad que la embellece a pesar de las tormentas… ¿vives el misterio de la Navidad sabiendo que nada puede separarte del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, tu Salvador?, ¿confías más en tus respuestas que en las respuestas de Dios?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 10,17-22)…