Amigo y amiga de la rosa, atiende, escucha, inclínate sin temor a la voz profunda

… amigo y amiga de la rosa, atiende, escucha, inclínate sin temor a la voz profunda… ¿de dónde viene, de dónde procede?… ¿es sólo silencio?… ¡voz que es silencio, silencio que es voz!… deseas atender para ser seducido, pero esa voz, ¿es nada más que deseo tuyo?… ¿qué es el “deseo” que no se expresa?… no encuentras palabra ni canto en el oscuro subsuelo en que tantas veces habitas… es hora que pases más allá, en ese “aquí” sombrío ya no ves las estrellas… sólo el cielo encapotado desvela la tempestad… ¿aguardar?, ¿esperar?… nada, todo llega, todo ha llegado… ¿cuándo?, siempre… y nada más… sigue empezando, no te canses, cada mañana… confía en lo que no ves, sigue sabiendo que todo ya está… y, alégrate, ¡el Señor está contigo!, ¿habrá alegría más grande que un Dios alegre por hacerse Niño, que está dichoso de ser bien Padre y llamarte hijo?… ¡alégrate!, en tu propia carne ahora Él dice “mío” aunque sea impensable tan misterioso tino… mas eso, sí, ¡acércate!, porque tal vez ocurra que éste Dios chiquito esté escondido en el que justo pase cuando lo creas ido… la #rosasinporqué da las gracias con alegría cada mañana porque la gratuidad invariablemente la visita… ¿estás abierto con alegría y confianza a las sorpresas de Dios?, ¿desconfías de las visitas de Dios pensando que entorpecen tu vida y tu felicidad?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 1,26-38)…