Amanece, y, aunque para muchos sea tan sólo un día más

… amanece, y, aunque para muchos sea tan sólo un día más, es para ti, querida amiga, querido amigo, otra oportunidad… oportunidad, ¿para qué?… ¿para lograr lo que aún no has logrado?… no, porque sería volver a fracasar… ¿para hacer lo que tanto deseas?… no, porque sería angustiarte aún más… ¿para estar bien y en paz con los tuyos?… sí, por ahí va la cosa, pero falta más… ¿para dejarte amar y amar y ser feliz?… ¡ahora sí!, porque nada es más esencial… aunque te cueste admitirlo, aunque tantos pasen indiferentes ante esta verdad o ante este tesoro: ¡tú todo lo llevas en tu corazón y todo vale en la medida en que lo asumes!… “más está el alma donde ama que donde anima”, es así… más profundo es esto que llevas: «desierto», «celda», “familia”… en la interioridad que no tiene confines… «aquello» va contigo… tu casa, tu templo, tu familia, tu Dios, la memoria de tus amigos, la presencia que quieres según que adhieras o no a ella… pero, sobre todo, y más allá de todo, y más hondo que todo, llevas a Dios… ¡el Señor va contigo!… le dices a María: «el Señor es contigo», “¡feliz por haber creído!”… alégrate pues y goza, porque lo mismo te lo puedes decir a ti… la #rosasinporqué aprovecha la oportunidad de ser feliz en cada momento al vivir en y desde la gratuidad… ¿cómo aprovechas tus oportunidades?, ¿buscas hacer felices a los tuyos?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 1,39-48)…