¿Adónde vas, adónde sin perdonar?

… ¿adónde vas, adónde sin perdonar?… has visto que te dicen o te dices: “no perdones”… en algunas partes los «poderes» se precian de mandar a otros, no a sí mismos, para aquí o para allá… y, sin embargo, sin perdonar no vas a ninguna parte… a ninguna parte que no sea la descubierta en tu interior, honda en el corazón, fecunda por el amor… descubre el paraje verdadero, la celda que carece de supuestas ruedas, que sólo está «quieta» en el amor de Dios y a los demás… las ambiciones desmedidas multiplican las inquietudes y desafían la paz que desciende de lo alto y que te lleva más allá de inquietudes y zozobras… no, amigo y amiga de la rosa, permanece en el corazón de los que amas que es, desde ya, tu corazón… por más que se ensayen mil cálculos y doscientos mil proyectos, perdonando llegará siempre en paz… en oración y en silencio, con la mano tendida, ofrece el milagro del perdón y recibe la paz… nada ni nadie podrá jamás apartarte de ese centro en el que ya habitas en modo inalienable… que no hay palabras una vez que perdonas de corazón… la “rosa sin porqué” cumple humildemente con su deber de ofrecer el perdón a quien la recibe… ¿te sabes un servidor humilde del amor y perdonas siempre?, ¿sabías que cuando perdonas das vida y te vivificas?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 17,3b-10)…