¿Qué quieres hacer de ti?… pregunta un tanto insólita, pero te ubica en el camino esencia

… ¿qué quieres hacer de ti?… pregunta un tanto insólita, pero te ubica en el camino esencial… algunos tendrán por seguro que podrían haber cumplido con otras tareas en la vida presente… ¿por qué no?, las posibilidades son infinitas… sin embargo, todo, todo lo hecho o lo no hecho, se puede realizar en el amor… y en la medida en que «algo» es deseado al punto queda cumplido… la gratuidad se vuelve tuya en el deseo, cuando has descubierto el camino escondido en lo cotidiano de cada día… no has de olvidar la sencillez de vivir dando gracias… esto siempre es posible, más allá y más alto que todas las «determinaciones» o «condicionamientos» del lugar y de la hora… ¿qué debes hacer?… pues, nada… nada más que abrir tu casa y morada a la gratuidad que viene, que ya está… una suerte de frenesí acapara a los incautos que creen crecer en la vida a fuerza de «hacer cosas»… y desesperan, porque enseguida comparan sus máscaras y figuras, sin salir más allá… ante tanta insatisfacción y vacío con «obras propias» es preciso que levantes los ojos al cielo… descubre un horizonte más alto, no te agites ni te inquietes… la #rosasinporqué hospeda con delicadeza en los detalles a la gratuidad, pero no se agita ni se inquieta volviendo hostil la hospitalidad… ¿te preocupas tanto por atender a los tuyos que te vuelves tan insoportable que no disfrutas de sus presencias ni compañías?, ¿juzgas a quienes no hacen o sirven como tú y pones en evidencia tu falta de gratuidad en la entrega?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 10,38-42)…