¿Qué es el sonido, qué el «clamor»?

… ¿qué es el sonido, qué el «clamor»?… eso que ahora oyes ¿es simplemente «ruido»?… ¿qué es lo que oyes?, ¿no será el clamor del mundo que suplica una plegaria?, ¿no será el gemido sin fronteras que pide misericordia?… ¿y que no lo saben ni lo sospechan?… ¡tantos son los que ruegan sin saberlo, y de cualquier manera!… las «cacofonías» no impiden el silencio… hay una relación escondida y fecunda entre el silencio y la palabra del clamor que ruega piedad y misericordia… la palabra se hace silencio, el silencio se hace atención, la atención se hace escucha… ¿te sientes constreñido?, ¿sueñas evasión?… defiéndete de los espejismos: para evadirte no corras, no huyas… más bien excava este lugar estrecho que se te ha dado: allí encontrarás a Dios y todo… Dios no flota sobre tu horizonte, duerme en tu espesor… la vanidad corre, el amor excava… si huyes fuera de ti mismo, tu prisión correrá contigo y se estrechará con el viento de tu carrera… si te adentras en ti mismo, ella se ensanchará en paraíso… la #rosasinporqué es encarnación de la gratuidad, la gratuidad se hace rosa que embelesa… ¿te dejas anunciar la gratuidad y la encarnas en tu vida?, ¿pones reparos a la gratuidad argumentado tu indigencia cuando lo que ella necesita es nada?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 1,26-38)…