Aún «suena» el eco del silencio: “te amo tanto, ¡si lo supieras!”

… aún «suena» el eco del silencio: “te amo tanto, ¡si lo supieras!”… quizá una nueva nostalgia, quizá… pero quitas el velo a la ilusión cuando caes en la cuenta de que aún esas «satisfacciones» espirituales sólo son reales si son «gratuitas y no inventadas»… y nada más… no puedes detenerte en tu peregrinación a lo «más hondo», a seguir más allá de cualquier cosa que detenga tu andar… la peregrinación no acaba cuando el consuelo te visita… el misterio de la gratuidad se abre otra vez, aunque ya te halles en su ámbito… aún puedes amar más, porque puedes deponer esas barreras que impiden que te dejes amar más… déjate amar, no dudes… tienes tu casa en el corazón de quienes te aman… muchos son los titubeos y no pocas las vacilaciones… a pesar de lo que sea, ama con entera confianza y abandono… la #rosasinporqué se deja amar gratuitamente por eso ama gratuitamente, sin peros ni regateos… ¿sabías que más importante es dejarte amar que amar?, ¿separas tus amores y fragmentas tu corazón?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 12, 28b-34)…