… ¿los agujeros en el queso gruyer existen o son falta de queso?… ¿el mal existe o es ausencia del bien?… no es casualidad que el bien y el mal siempre se “imaginen” unidos, que ángeles y demonios vayan de la mano y que no concibas el blanco sin el negro… ¿has conocido alguna vez a algún creativo que no sea desordenado?, ¿o algún buen organizador que no sea un poco “cuadriculado”?… siempre hay alguien muy simpático y comunicativo que tiene algún problema para escuchar, o alguien que tiene el don de saber hacer de todo pero que es un poco “acelerado»… estamos llenos de tensiones, y en esta dialéctica te haces y creces… no existe aspecto de tu persona que no tenga “pros” y “contras”, no hay luz que no proyecte sombras… y es que así eres, genial y con deficiencias, brillante y con enormes lagunas… hay muchas cosas en ti que puedes cambiar, pulir o mejorar, pero has de evitar esas concepciones ideales que desechan lo “oscuro” como si sólo hubiera luz, que niegan lo que no gusta como si sólo existieran virtudes… muchos de los aspectos que a veces intentas cambiar, rechazar u ocultar, son parte intrínseca de tu persona y no pueden ser cambiados sin perjuicio de la otra cara de la misma moneda, con la que seguramente estás contento o hasta orgulloso… no hay virtud que no vaya acompañada de su defecto, y sobre todo no hay defecto que no pueda ser vivido en su potencialidad positiva… y es que las cosas no son blancas ni negras, ¡que no!, ¡que la vida no es así!… ni ángel ni demonio, simplemente un ser humano… la #rosasinporqué no fantasea con su hermosura, simplemente se acepta hermosa porque es “rosa” y vive “sin por qué”… ¿eres capaz de descubrir e integrar lo positivo y lo negativo o sólo ves lo uno y lo otro y te disocias?, ¿te das cuenta que no eres ni un ángel ni un demonio?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 1,47-51)…