¿Confundido?, ¿desorientado?

… ¿confundido?, ¿desorientado?… perdido un tanto en la incertidumbre de hoy y de siempre, vuelves a la pregunta sin respuesta… ¿y ahora, qué?… pero la claridad de una respuesta no depende de las «certezas» del momento, ni de la lógica habitual… la respuesta, y la vida toda, está en el origen, en la raíz, en la misma aurora encendida más allá de todo lenguaje… quisieras ajustar lo que no se ajusta, quisieras lograr la síntesis que despejara tantas dudas y expulsara toda vacilación… pero caminas a oscuras… aunque la luz interior nunca se apaga, es verdad, pero es escondida, silenciosa, recatada, pudorosa… vuelve a tus raíces, a tu origen, al “de dónde vienes”, sin protestas ni reclamos…. más adentro está la respuesta… a pesar de los infinitos pasos que se suceden, nunca dejes la fuente que te nutre, lo hondo del corazón, ese «fondo» que no precisa certificados ni certezas o pruebas… en suma, el conocimiento de la gratuidad del comienzo de tu vida, no está a merced de nada… porque tu origen, el Amor de Dios, no cambia ni deja de elevarte, ni de vivificarte… la #rosasinporqué vuelve a sus raíces, a su origen, desde allí comprende la gratuidad que la sustenta y hermosea… ¿conoces tus orígenes?, ¿de dónde vienes?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 1,1-17)…