El sueño se recibe, no se inventa

… el sueño se recibe, no se inventa… el sueño llega como el viento, como el soplo que no tiene fronteras… no, ¡no puedes fabricar tu sueño!… pero, ¿es un sueño?… sí, ¡claro! es que viene, es que llega, ya está aquí, ¡siempre estuvo aquí!… sólo arriba lo que estuvo siempre… el sueño es deseo y es impotencia, es apertura en suave abandono… cuando se acercan lo días de la navidad de Dios aparece un mensaje que te trasciende y te llena de esperanza… es el Sueño de Dios en tus sueños… el sueño de otro en tu vida es delicadeza, es respeto pero, también, es responsabilidad… ¿te atreves a dejarte soñar por otro?… eres el sueño de quien te ama… contiene tu emoción, es la hora de la ternura, de la paciencia que todo lo alcanza… es la ocasión para rechazar modales y gestos que no te dicen ni te honran… es una oportunidad para el silencio, para levantar la mirada, para insistir en un corazón siempre sediento de gratuidad… es la oportunidad para dejar en reposo las ansias de dominio y de poder… nada, pues, de desesperanza… abandona todo cuidado entre «azucenas olvidado»… lo único es un Niño, el Niño que ya llega a hacer nuevas todas las cosas… la #rosasinporqué es el sueño cumplido de la gratuidad, con su hermosura invita a otros a ser poetas y soñadores… ¿te dejas soñar por otros?, ¿aceptas la impotencia del sueño como disparador para vivir desde y con la gratuidad?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 1,18-24)…