Sumergirte en la gratuidad es mayor que todas las «obras»

… sumergirte en la gratuidad es mayor que todas las «obras» que puedas realizar en esta vida… entonces no necesitarás ni signos ni pruebas… quisieras ver más de lo que has visto, quisieras ver más de lo que ves, oír lo que no se oye… pero todo eso que deseas no se halla donde sospechas, sólo la «gratuidad» te lo entrega en lo escondido de tu corazón… nunca se esconde la luz, cada vez más se manifiesta… quisieras labrar en tus senderos un regalo imperecedero que dejara su sello, imposible de olvidar… ¡un sello imperecedero!… ¿qué es eso?, ¿qué sello, qué signo que no acabas de soñar?… es la hora de la gratuidad que no conviene a los profanadores de turno, ni de hoy ni de mañana… vas por la vida sin garantías, sin signos, porque el amor no se prueba ni justifica… se ama porque se ama, y siempre gratuitamente… la #rosasinporqué no precisa de signos o pruebas, se sabe feliz y gratuitamente amada… ¿reclamas signos y pruebas que demuestren que te aman?, ¿no sabías que sin confianza no madura el amor verdadero?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 8,11-13)…